viernes, 21 de agosto de 2015

PROGRAMA Nº228 21/08/2015

APERTURA

LADRILLOS ESTELARES

Por: Julio A.  Guerrieri

El espacio tiene materiales de construcción. Igual que en cualquier comercio dedicado a proveer materiales para la realización de obras, el espacio interestelar está provisto de elementos químicos agrupados en grandes nubes llamadas Nube Moleculares Gigantes, (NMG). Estas nubes tienen la propiedad de resaltar entre los brazos azules de las galaxias espirales y pueden ser vistas a millones de años luz. Uno de los mejores ejemplos es M104 ó Galaxia del Sombrero, una espléndida espiral blanco azulada que está situada a 28 millones de años luz de la Vía Láctea. Se la denomina así porque se la puede ver de canto y su silueta se asemeja a un sombrero. En realidad, M104 es enorme: mucho más grande que nuestra galaxia y con el doble de estrellas. Además se caracteriza por poseer un inmenso bulbo central muy brillante compuesto no solo de estrellas, sino de miles de Cúmulos Globulares la mayoría de ellos con un millón de estrellas cada uno. Los brazos azules de M104, los Cúmulos Globulares y todas sus estrellas son dominados por un cuerpo central extremadamente poderoso: un colosal Agujero Negro con una masa estimada en 1000 millones de soles. Toda la galaxia está rodeada por una banda oscura de millones de nubes de gas y de polvo. El material de construcción estelar está por todos lados: en un momento la nube comienza a achicarse para volverse más densa y más caliente. De allí nacerán las futuras estrellas de acuerdo con la cantidad de material original. Hace 5000 millones de años una NMG de la Vía Láctea se colapsó para formar al Sol y seguramente a muchas otras estrellas. Al principio el caos era el reinante en los jóvenes sistemas solares porque el gas y el polvo condensados y comprimidos formaron cuerpos que parecían montañas que formaron asteroides y éstos formaron planetesimales que formaron los pequeños planetas rocosos y los grandes gaseosos. Muchos de estos cuerpos se entremezclaron en los sistemas y algunas estrellas pudieron quedarse con objetos nacidos en otras. Los ladrillos estelares no terminaron su odisea en el brillo estelar: muchos de ellos se transformaron en los ladrillos básicos para la Vida.

Bienvenidos al 228º programa de EL TERCER PLANETA

Y gracias por estar.

  
TITULARES



Referencias:


EM = Es Materia – NCYT = Noticia de la Ciencia y la Tecnología – BBCM = BBC Mundo – NEO = Neofronteras – CO = Conicet – CAD = Ciencia al Dia – ETN = Eso Top News – OBS = Observatorio – CX  = Ciencia Xataka – CN = Cosmos Noticias - MNP = Martín Navarro París (Corresponsalia de El Tercer Planeta) - RTSM= RT Sepa Mas - CK = Ciencia Kanija.



Un estudio reciente realizado por científicos del Observatorio Leiden y la Universidad Cornell puede arrojar luz sobre el curioso caso de uno de los objetos más exóticos del Sistema Solar: 90377 Sedna. Un equipo liderado por el astrónomo Mike Brown descubrió a 90377 Sedna a finales de 2003. Fue llamado provisionalmente 2003 VB12 y luego recibió 
el nombre de Sedna por parte de la Unión Astronómica Internacional, por la deidad inuit del mar. Desde el comienzo, el planeta enano Sedna fue extraño. Su órbita de 11.400 años lo lleva desde un perihelio 76 unidades astronómicas (UA) a unas impresionantes 936 UA del Sol; en comparación, Neptuno se encuentra a un promedio de 30 UA del Sol. (1.000 UA es un 1,6% de un año luz, y 0,4% de la distancia hasta Proxima Centauri, la estrella más cercana al Sistema Solar). Actualmente se encuentra a 86 UA y alcanzará su perihelio en 2076, por lo que podrá ser observado mientras se acerca al Sol. Pero este extraño camino seguido por Sedna, hace que los científicos se pregunten qué más puede haber allí fuera y cómo fue que Sedna terminó con una órbita tan excéntrica. (Seguir Leyendo)



Un aumento en la frecuencia y magnitud de las erupciones volcánicas pudo ocasionar un enfriamiento paulatino de la temperatura superficial del mar durante 1.800 años, tendencia que se detuvo con la llegada de la revolución industrial. Esta es una de las principales conclusiones a las que ha llegado un estudio internacional con participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y que ha sido publicado en la revista Nature Geoscience. Los resultados del trabajo proporcionan una nueva perspectiva al estudio de las variaciones de temperatura en la superficie del océano a escala regional y global a lo largo de los siglos antes de la aparición del cambio climático antropogénico, es decir, influenciado por la actividad humana. “El hecho que detectemos de forma consistente una tendencia al enfriamiento tanto en las observaciones llevadas a cabo en tierra como en el mar sugiere que dicha tendencia en la época pre-industrial era robusta, sobre todo en el último milenio. Esta tendencia ha sido revertida por un calentamiento estadísticamente significativo en los dos últimos siglos”, explica la investigadora del CSIC Belén Martrat, del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua. Según este estudio, las temperaturas más bajas a lo largo de los 1.800 años de enfriamiento oceánico se produjeron sobre todo hacia la última parte del periodo que en tierra firme se conoce como la Pequeña Edad del Hielo, esto es, aproximadamente desde el siglo XVI al XVIII, con consecuencias documentadas históricamente, por ejemplo, en las sociedades europeas. “Sabíamos que, a corto plazo, las erupciones volcánicas tienen un efecto refrigerante sobre la atmósfera. Ahora nuestros resultados muestran que, cuando la actividad volcánica se produce de manera más frecuente, ese efecto refrigerante se prolonga en el océano”, afirma Helen McGregor, de la Universidad de Wollongong, en Australia. (Seguir Leyendo)



Por: Sebastian Castagna

Los asteroides se clasifican po r su tipo espectral o sea según su espectro, color y en ocasiones también se tiene en cuenta el albedo. Para hacer coparaciones entre los Asteroide y Meteorito con el fin de poder emparentarlos, se le efectuan a los meteoritos análisis de laboratorio para obtener espectros de reflectancia similares a los espectro de los Asteroides, estas comparaciones deben coincidir estrechamente entre ambos para emparentarlos osea entre tipo Asteroide y clase y tipo de Meteorito. (Seguir Leyendo)


Conjunción el 22/08/2015 y no te olvides de saludar......




   
Un cúmulo de cuerpos helados que se hallan en la misma región que Plutón, podría ser la prueba de que en los inicios de nuestro Sistema Solar hubo un quinto planeta gigante, de acuerdo con una nueva investigación. Este planeta, que podría haber “golpeado” a Neptuno durante su migración alejándose del Sol hace 4000 
millones de años, provocó que el gigante de hielo saltara a su órbita actual y dispersara un cúmulo de sus satélites hacia el Cinturón de Kuiper, en el Sistema Solar exterior. El cúmulo, un grupo de miles de rocas heladas conocidas como “núcleo” (kernel), ha sido un misterio durante mucho tiempo para los astrónomos. Las rocas se agrupan unas junto a otras y nunca se salen del mismo plano orbital que los planetas, al contrario que los otros cuerpos helados que habitan el cinturón. Anteriores estudios propusieron que estos objetos, fuertemente ligados, se formaron a partir de una violenta colisión de dos cuerpos padre mayores, pero esta hipótesis pronto cayó en desuso, tan pronto como los científicos se dieron cuenta de que estas colisiones se habrían extendido por todo el Cinturón de Kuiper. (Seguir Leyendo)


“PACIENCIA EN EL AZUL DEL CIELO” de Hubert Reeves, Editorial RBA Libros, 336 pag.

Una obra de alta divulgación científica escrita por un insigne baluarte de la ciencia. Hubert Reeves (1932) es un astrofísico nuclear canadiense que fue director del Centro Nacional de Investigación 
Científica de Francia y asesor científico de la NASA. En esta obra, Reeves nos sumerge en un pensamiento unificador con el COSMOS a través del área de su especialidad científica: la Nucleosíntesis Primordial y la Nucleosíntesis Estelar, que nos da como enseñanza la idea que somos “polvo de estrellas” y que átomos organizados producen estrellas, margaritas y seres humanos. Imperdible.(J.G)

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